Imagen: Oh-Barcelona.com - Flickr
Lugares para dejarse llevar en Barcelona, los hay por centenares. Es una ciudad brillante, viva y activa, pero en la ladera del Montjuic hay un lugar donde podemos trasladarnos al resto del país, sin apenas movernos. Se trata del Poble Espanyol, un museo al aire libre donde se pueden observar réplicas a escala de los principales monumentos de cada una de las Comunidades Autónomas españolas.
La inmensa puerta, realizada a imagen y semejanza de las murallas de Ávila, nos introduce en un mundo en miniatura donde podremos encontrar 117 edificios y rincones típicos de España, para hacernos una idea de lo que veremos si nos desplazamos a sus lugares originales.
Eso es lo que hicieron los diseñadores del parque, cuatro intelectuales que recorrieron unos 1.600 pueblos y ciudades para elegir los monumentos y pequeños lugares que luego se reproducirían en el Parque. Este se construyó para la Exposición Internacional de 1929, en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera.
En un principio, y como suele ocurrir en estos casos (ocurrió también con la Torre Eiffel, por ejemplo) el éxito que experimentó el lugar propició que se su vida se alargase y continúe hoy siendo un lugar de referencia en la ciudad.
Además del Museo al Aire Libre, se ha convertido en un lugar donde la artesanía tiene mucha importancia, y allí se ubican 40 talleres artesanales, que trabajan para elaborar los productos que se venden en las 22 tiendas que se abren allí.
Además, tiene una concurrida vida nocturna y festiva, ya que también hay discotecas, restaurantes y se celebran conciertos en ocasiones. En el parque se organizan actividades para las familias y niños, y siempre se puede encontar una actividad relacionada con la cultura o el arte para realizar.
Un lugar donde sentir la vida de todo un país, la artesanía de la ciudad y el buen ambiente que siempre nos recibirá en Barcelona.
No hay comentarios :
Publicar un comentario