Imagen: ErKillo - Flickr
La Semana Santa de Sevilla es uno de los destinos turísticos más importante durante la celebración de esos días tan intensos. Pocos lugares son tan intensos como la ciudad hispalense en los días de la Semana Santa.
Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, la ciudad saca sus imágenes para conmemorar la Pasión de Jesucristo y su posterior resurrección. Las impresionantes peanas, con imágenes que en algunos casos tienen siglos de antigüedad, están acompañadas por los nazarenos con sus tradicionales vestimentas.
Estas cambian según la cofradía a la que pertenecen, ya que hay varias que salen a procesionar durante la Semana Santa. Del domingo hasta el Jueves, los visitantes pueden visitar las sedes de las distintas cofradías para admirar las imágenes que saldrán a la calle los días grandes.
Hay tres tipos de pasos, el Misterio, que representa la pasión de Cristo; el Crucificado, que representa a Jesús cuando ha muerto, y el Palio, en los que se ve a la Virgen María llorando por su hijo. Cada uno de ellos sale en los momentos en que les toca según la tradición.
El momento más impactante es la Madrugá, la noche del Jueves al Viernes Santo, cuando durante toda la noche, las cofradías de El Silencio, Gran Poder, Macarena, Trianera, El Calvario y Los Gitanos realizan su estación de Penitencia. Miles de sevillanos pasan la noche en vela, acompañando a los penitentes.
Las saetas, cantadas desde balcones al paso de las imágenes, son una de las más grandes tradiciones de la Semana Santa Sevillana. La emoción la llevan los sevillanos a flor de piel, y la transimiten a las personas que eligen este destino para disfrutar de los días de vacaciones de Semana Santa.
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