La ciudad de Valencia creció entre murallas, la musulmana y la cristiana, y de esta última quedan dos importantes restos. Uno de esos lugares son las Torres de Quart, dos impresionantes torres que guardan la puerta que daba acceso al interior del recinto amurallado desde el Oeste, para el tráfico que llegaba desde Castilla.
Se alzaron entre los años 1441 y 1462, y son parte del legado del estilo gótico militar. Sus diseñadores fueron "els mestres en el noble art de la pedra" Francesc Baldomar y Pere Compte, aunque también participaron en su construcción Tomás Oller y Jaume Pérez.
Para levantarlas, se fijaron en las torres y el arco de triunfo del castillo de Nápoles, construído tras la toma de la ciudad por parte de Alfonso V el Magnánimo y construído por el mallorquín Segrera. Hoy, se alzan en la confluencia de las calles Guillem de Castro y Quart.
Durante una época, esta puerta se llamó Puerta de la Cal, ya que un edicto proclamó que era por esa entrada por donde tenía que entrar toda la cal destinada a la ciudad, para mantener un control en su comercio.
Estas sólidas torres han soportado, a lo largo de los siglos, los repetidos ataques de los ejércitos que han intentado tomar la ciudad de Valencia. En su fachada se pueden observar todavía los impactos de los cañones napoleónicos, aunque también ha sobrevivido a las guerras Carlistas y a la terrible Guerra Civil.
En una determinada época sirvió como cárcel de mujeres, pero actalmente es uno de los símbolos de Valencia, junto a las Torres de Serrano.
No hay comentarios :
Publicar un comentario